|

|
ORACIÓN
ANTES DEL
DESCANSO
NOCTURNO
COMPLETAS
MARTES

V.
Dios mío,
ven en mi auxilio.
R.
Señor, date prisa en socorrerme.
Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.
Como era en el principio, ahora y siempre,
por los siglos de los siglos.
Amén.
Aleluya.
EXAMEN
DE CONCIENCIA
En este
momento es oportuno hacer examen de conciencia o revisión de la jornada.
Después, se prosigue con la fórmula siguiente:
Yo
confieso ante Dios todopoderoso
y ante
vosotros, hermanos,
que he
pecado mucho
de
pensamiento, palabra, obra y omisión.
Por mi
culpa, por mi culpa, por mi gran culpa.
Por eso
ruego a santa María, siempre Virgen,
a los
ángeles, a los santos
y a
vosotros, hermanos,
que
intercedáis por mí ante Dios, nuestro Señor.
V.
Dios
todopoderoso tenga misericordia de nosotros, perdone nuestros pecados y
nos lleve a la vida eterna.
R.
Amén.
|
HIMNO
Tiembla el frío de los astros,
y el silencio de los montes
duerme sin fin. (Sólo el agua
de mi corazón se oye.)
Su dulce latir, ¡tan dentro!,
calladamente responde
a la soledad inmensa
de algo que late en la noche.
Somos tuyos, tuyos, tuyos;
somos, Señor, ese insomne
temblor del agua nocturna,
más limpia después que corre.
¡Agua en reposo viviente,
que vuelve a ser pura y joven
con una esperanza! (Sólo
en mi alma sonar se oye.)
Gloria al Padre, gloria al Hijo,
gloria al Espíritu Santo,
por los siglos de los siglos. Amén.
|
SALMODIA
Ant.
No me escondas tu rostro, ya que confío en ti.
Salmo 142, 1-11 Lamentación y súplica ante la angustia
El hombre no se justifica por cumplir la ley, sino por creer en Cristo
Jesús (Ga 2, 16)
Señor, escucha mi oración;
tú, que eres fiel, atiende a mi súplica;
tú, que eres justo, escúchame.
No llames a juicio a tu siervo,
pues ningún hombre vivo es inocente frente a ti.
El enemigo me persigue a muerte,
empuja mi vida al sepulcro,
me confina a las tinieblas
como a los muertos ya olvidados.
Mi aliento desfallece,
mi corazón dentro de mí está yerto.
Recuerdo los tiempos antiguos,
medito todas tus acciones,
considero las obras de tus manos
y extiendo mis brazos hacia ti:
tengo sed de ti como tierra reseca.
Escúchame en seguida, Señor,
que me falta el aliento.
No me escondas tu rostro,
igual que a los que bajan a la fosa.
En la mañana hazme escuchar tu gracia,
ya que confío en ti.
Indícame el camino que he de seguir,
pues levanto mi alma a ti.
Líbrame del enemigo, Señor,
que me refugio en ti.
Enséñame a cumplir tu voluntad,
ya que tú eres mi Dios.
Tu espíritu, que es bueno,
me guíe por tierra llana.
Por tu nombre, Señor, consérvame vivo;
por tu clemencia, sácame de la angustia.
Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.
Como era en el principio, ahora y siempre,
por los siglos de los siglos.
Amén.
Ant.
No me escondas tu rostro, ya que confío en ti.
|
LECTURA
BREVE
1P 5, 8-9
Sed sobrios, estad alerta, que vuestro enemigo, el diablo, como león
rugiente, ronda buscando a quien devorar; resistidle firmes en la fe.
|
RESPONSORIO
BREVE
R.
A tus manos, Señor,
*
Encomiendo mi espíritu.
A tus manos, Señor, encomiendo mi espíritu.
V.
Tú, el Dios leal, nos librarás.
*
Encomiendo.
Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.
A tus manos, Señor, encomiendo mi espíritu.
|
CÁNTICO
EVANGÉLICO
Ant.
Sálvanos, Señor, despiertos,
protégenos mientras dormimos,
para que velemos con Cristo
y descansemos en paz.
Nunc dimittis Lc 2, 29-32
Cristo, luz de las naciones y gloria de Israel
Ahora, Señor, según tu promesa,
puedes dejar a tu siervo irse en paz.
Porque mis ojos han visto a tu Salvador,
a quien has presentado ante todos los pueblos:
luz para alumbrar a las naciones
y gloria de tu pueblo Israel.
Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.
Como era en el principio, ahora y siempre,
por los siglos de los siglos.
Amén.
Ant.
Sálvanos, Señor, despiertos,
protégenos mientras dormimos,
para que velemos con Cristo
y descansemos en paz.
|
ORACIÓN
Ilumina, Señor, nuestra noche y concédenos un descanso tranquilo;
que mañana nos levantemos en tu nombre y podamos contemplar, con
salud y gozo, el clarear del nuevo día. Por Jesucristo, nuestro
Señor.
|
CONCLUSIÓN
El Señor todopoderoso nos conceda una noche tranquila y una muerte
santa.
R.
Amén.
Antífona
final a la Santísima Virgen María
|
 |
|